Pilar Palacios

La mejor inversión es el trabajo contigo mism@.
4 puertas para tiempos de incertidumbre y cambio.

El trabajo en un@ mism@ es oro y siempre lo vamos a rentabilizar. Cuantas más herramientas personales y profesionales tengamos en nuestras manos, mejor nos vamos a adaptar al devenir de la vida.

En el confinamiento he tenido tiempo (oro) para hacerme muchas preguntas. Como terapeuta, preguntarme y preguntar, invitar a hacer y hacerse buenas preguntas, es una poderosa herramienta. La mayoría han versado sobre cómo ayudar no tanto en el durante, sino ahora que ya hemos vivido la experiencia y sabemos que habrá más, o cuando menos, parecido.

¿Quién quiero ser? y ¿qué quiero entregar al mundo? Han sido dos dolorosas preguntas que me han regalado nuevos desafíos, nuevas oportunidades. Cuestionarme, poner en duda mis merecimientos, encarar mi espíritu crítico con bondad ha sido un trabajo diario para conocer, comprender y reforzar la confianza en mí y en lo que hago.

Tengo el convencimiento que no es momento para quedarse congelad@ mientras observas cómo otr@s se mueven. Naturalmente, debe haber momentos de pausa, de introversión, incluso de egoísmo para mantener tu bienestar, tu calma, pero ahora, más que nunca, hace falta seguir avanzando, con el miedo o la confianza del copiloto que, de hecho, no conduce, pero es capaz de lograr que la conducción se adapte a su ritmo, sugiriendo calma o prisa, manifestando sus inquietudes, agradeciendo el esfuerzo de quien está al volante…
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Este es el reto que te propongo, hoy: ¿Quién quieres ser y qué quieres entregar al mundo?

Invierte tu oro (tiempo) en causas directamente enfocadas a ti, antes de hacerlo a los demás. No se trata de ignorar lo que nos envuelve, ¡faltaría más! Se trata de hacerte más fuerte para que, cuando ayudes, tu labor sea útil y relevante para l@s otr@s.

Así que, invierte en ti mism@. Abre una a una, las 4 puertas que tienes a tu alcance. No temas, tú tienes las llaves en el llavero de tu voluntad. Y si no sabes cuál es la llave de cada una, pregunta, busca ayuda en las personas en las que confíes porque te han demostrado con hechos que son dignas de ese reconocimiento.

1. Puerta del SABER: Ábrete a nuevos conocimientos y estudios que te van a permitir posibilidades de futuro, personales, profesionales o espirituales. Sí, el saber ocupa tiempo y espacio. ¿Y? Esa puerta siempre te llevará a satisfacciones que merecen ser descubiertas.

2. Puerta de la CREATIVIDAD: Ábrete a la innovación, a ideas diferentes, a nuevas culturas. El miedo a lo desconocido, te paraliza mientras desconoces. Una vez conoces, te liberas para ir creando poco a poco una nueva realidad, más auténtica, más enriquecedora (de experiencia, no necesariamente de dinero).

3. Puerta del EMPODERAMIENTO: Ábrete a la posibilidad de que hay nuevas fórmulas para generar ingresos y cumplir tus sueños. Tal vez ya seas emprenedor/a. Tal vez has ganado y perdido no una, sino varias veces. Mejor. Sólo así somos capaces de ponderar cada momento en su justa medida. Pero si trabajas por cuenta ajena, también hay hueco para ser más afortunad@.

4. Puerta del BIENESTAR. Ábrete a la idea de que, si quieres entender, tienes que actuar. Cuánta razón tiene la afirmación que apunta a la parálisis por el (exceso de) análisis. Sí, quizás has abierto las puertas anteriores, pero esta cuarta puerta es la más importante porque demuestra que todo lo aprendido lo integras en tu vida positivamente y no hay posos de insatisfacción.

La suerte, la felicidad, el bienestar, amig@, no es arte de magia, es acción consecuente.

Gracias por llegar hasta aquí. Si me necesitas para encontrar, perseguir y lograr ese propósito de vida, estoy a tu disposición amig@.

¡Pasemos a la acción!

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